Bici gravel: todo lo que debes saber

Si escuchas “gravel” y piensas en algo entre bici de carretera y montaña, vas por buen camino, pero la realidad es más rica: la bici gravel nace de la necesidad de practicar ciclismo fuera de etiquetas estrictas. Es una bicicleta pensada para quien quiere libertad de terreno sin renunciar a la eficiencia en ruta ni a la comodidad en recorridos largos. En este artículo te contamos qué la diferencia de otras bicis, qué tipos existen y por qué mucha gente la prefiere.

mujer usando bicicleta electrica de gravel

¿Qué significa que una bici sea de gravel?

El término “gravel” viene del inglés y significa “grava”. Es decir, hablamos de una bici pensada para rodar por caminos de tierra, pistas forestales y carreteras secundarias sin asfaltar. A simple vista puede parecer una bicicleta de carretera, pero hay diferencias claras: neumáticos más anchos, una geometría más cómoda y estable, y mayor capacidad para soportar accesorios como alforjas o portabidones.


La bici gravel no está diseñada para hacer descensos extremos ni para batir récords de velocidad, sino para darte libertad: salir por carretera y, si aparece un desvío hacia un camino de tierra, no tener que frenar tus ganas de explorarlo.

¿Qué hace “especial” a una bici gravel?

La gracia de la bici gravel está en el equilibrio: cuadro con geometría cómoda pero ágil, neumáticos más anchos que los de una bici de carretera (mejor tracción y absorción), distintas posibilidades de montaje (porta-bidones, alforjas) y una postura que resulta cómoda para los trayectos largos. No es una bici para subir por senderos técnicos o difícles como una MTB, ni es tan “de competición” como una de carretera. Es clave para aquellos ciclistas que valoran la versatilidad: salir al trabajo, hacer una escapada el finde por la carretera o hacer cicloturismo por las vacaciones.

Principales diferencias de bicis gravel con otras

Bici gravel vs MTB

La comparación con una bicicleta de montaña o MTB es inevitable. Ambas permiten rodar fuera del asfalto, pero con enfoques muy distintos. La bici de montaña está hecha especialmente para senderos técnicos, subidas empinadas y descensos con raíces y rocas. Tiene suspensiones, cubiertas anchas y un cuadro pensado para resistir golpes.


En cambio, la  bici gravel busca fluidez: rueda mejor en pistas lisas y carreteras secundarias, y aunque puede con terrenos algo irregulares, no está pensada para la exigencia de una MTB. Dicho de otra forma: si te gusta la adrenalina de bajar por trialeras, la montaña es tu terreno. Si prefieres rutas largas combinando asfalto y tierra, la gravel es tu mejor opción.

Bici gravel vs bici de trekking

Una bici híbrida o de trekking está pensada principalmente para la comodidad en recorridos urbanos o interurbanos: postura erguida, facilidad para llevar alforjas, portaequipajes y accesorios prácticos para el día a día. Es la opción más lógica si tu prioridad es moverte con tranquilidad y comodidad, especialmente en ciudad o en trayectos donde necesitas transportar cosas.


La gravel, en cambio, se acerca más al ciclismo deportivo: mantiene la posibilidad de añadir bolsas o alforjas para viajes, pero con una geometría y componentes que invitan a rodar más rápido y cubrir distancias largas sin perder agilidad. Dicho de otra manera: la híbrida es perfecta para quienes buscan una bici práctica y polivalente en el día a día; la gravel es para quienes quieren esa misma polivalencia, pero con un extra de deportividad y aventura.

Bici gravel vs bici de carretera

Aquí está la comparación más interesante. La bicicleta de carretera es ligera, rápida y aerodinámica, pero a cambio exige asfalto liso y en buen estado y una posición más exigente para el ciclista. La gravel, por su parte, ofrece una postura más relajada, neumáticos que no tiemblan al pasar por caminos irregulares y mayor versatilidad en el día a día. Eso sí, se sacrifica parte de la velocidad pura.

Con neumáticos más anchos y una postura más cómoda, no alcanza las mismas medias que una bicicleta de carretera (lo habitual es moverse entre 22 y 27 km/h en aficionados), pero ofrece algo que la otra no: libertad para salir del asfalto y explorar pistas y caminos sin preocuparte por el terreno.

Las marcas más populares de gravel

El gravel ha crecido tanto que hoy casi todas las grandes marcas tienen su propia gama. Aun así, algunas destacan especialmente por su calidad y reconocimiento:

  • Canyon: Un referente internacional con modelos como Grail y Grizl, disponibles también en versión eléctrica.
  • Giant: Su Revolt es una de las gamas más completas, con cuadros de aluminio, carbono y opciones con motor eléctrico.
  • Mondraker: Marca española conocida por sus MTB, que ha dado el salto al gravel con propuestas innovadoras y de gran calidad.

Conclusión

La bici gravel es la opción ideal si buscas una bicicleta versátil: más rápida que una híbrida en largas distancias, más cómoda que una de carretera y más ligera que una MTB. En su versión eléctrica gana aún más atractivo, porque te permite explorar sin preocuparte por el terreno o la distancia. Y si la eliges de segunda mano o reacondicionada, puedes acceder a marcas top como Canyon, Giant o Mondraker con una excelente relación calidad-precio.

Preguntas frecuentes

¿Qué significa que una bici sea gravel?


Una bici gravel está diseñada para rodar en asfalto y en caminos de tierra. Combina la ligereza de una bici de carretera con la resistencia y estabilidad necesarias para pistas y senderos fáciles.

¿Qué diferencia hay entre una gravel y una MTB?

La MTB eléctrica está pensada para senderos técnicos y terrenos complicados, con suspensiones y ruedas más anchas. La bici gravel eléctrica es más ligera, rueda mejor en asfalto y permite combinar carretera y pistas, aunque no es tan capaz en descensos técnicos.

¿Qué velocidad media tiene una bici gravel eléctrica?

Depende del ciclista y del terreno, pero lo habitual en aficionados es moverse entre 22 y 27 km/h en asfalto. El motor ayuda en subidas y tramos largos, aunque la asistencia legal en Europa se corta a los 25 km/h.

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